de la tarde ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encimas!
¿Donde el camino ira?

a lo largo del sendero
-la tarde cayendo esta-
"En el corazón tenia
la espine de una pasión
logre arrancarme la espina
y ya no siento el corazón"
Y todo el campo un momento
se queda mudo, y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del rió.
La tarde mas se oscurece;
y el camino serpentea,
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada
quien te pudiera sentir
en el corazón clavada".
-Antonio Machado-